miércoles, 19 de noviembre de 2008

Mes 26: Ella

Ella tiene siempre
La forma justa de verme sonreír
Ella sabe todo
Y a la vez no sabe nada de mí
Ella se encontró y se perdió tantas veces
Que ni siquiera puede contarlas
Ella abandonó vicisitudes
por colgarse de estas ramas.

Va volando por aquí y por allá
No quiero tenerla sino acompañarla
Ella es tan normal
Como una foto de Cristo en un callejón...

Ella nunca caminaba sola
Pero nunca junto a nadie tan terrible como yo
Ella sin saberlo usó una escoba
Para barrer un pasado que vivía en borrador
Ella no entendió y cuando no entiende
Posee la invalorable valentía de intentarlo
Ella es una charla permanente,
Un silencio aterrador y una forma de olvidarlo.

Y está aquí, y está allá
Y donde no hay lugares para buscarla
Y no llega, y se va
Y busco veintiséis formas para calmarla...

(Y no tienen solución el amor, el dolor,
ni hay remedios para el alma
y no soy de reloj
mi tiempo es el que paso junto a vos)

Es que ella es la perfecta
Representación de la belleza
Ella hace más hermosas
Las paredes de mi pieza
Es que mire adonde mire
Yo siempre la miro a ella
Y a un extracto del amor,
tu mirada de princesa...

No intentes irte, mi sol
No sé si soy tu peor sueño o tu mejor pesadilla
O un guerrero que no peleó
Y se rindió ante tu hermosura
Ante toda la locura
De saber que ella sos vos...


(Lo de 'Ella' se mantuvo, lo mantuve durante mucho tiempo. Lo de 'Ella' se mantiene, lo mantengo desde hace mucho tiempo. Siempre hay una Ella aunque no sea siempre la misma. Lo que le falta de forma y de prolijidad a esta poesía lo justifica una frase: "Ella es una charla permanente, un silencio aterrador y una forma de olvidarlo". ¿Qué es Ella, entonces? Es todo, claro. Ella siempre es todo)

lunes, 3 de noviembre de 2008

Mes 22: Rayuela

... Donde las hojas secas, aún fuera de estación; lugares vacíos, aunque vigilados; donde la naturaleza invita a seguir adelante, sin más caminos que la imaginación; y donde el alma exclama: no me olvides...

Arrojo una piedra y arrojo mi mano
Extremo deseo que no sea en vano
Mirar tu sonrisa a mi lado, temprano,
Es la forma divina de resucitar.


Simpleza precisa siempre un primer paso
Y es siempre preciso algún simple rechazo
Caemos exactos en exactos brazos
Pletórica forma de finalizar.

Sensación siguiente es un salto al vacío
Vacío me siento, relámpago mío
Si llueve en tu ausencia me muero de frío
Un trueno jamás lo podrá equilibrar.

Y luego la técnica, que evoluciona
Y técnicamente allí se desmorona
El paso del tiempo que nunca perdona
La improvisación comienza a agonizar.

A ojos ajenos es un retroceso
Un paso adelante es poder obviar eso
Si preso termino por robarte un beso
Al menos que sea por improvisar.

El maldito tiempo a tu lado es delicia
Respiro la paz que me da esa caricia
El bendito tiempo sin vos me desquicia
Percibo en el alma el terror a fallar.

Pues miedo genera a mi lado tenerte
Temor a que tal vez no sepa quererte
Pero mucho más miedo me da perderte
Y ya no tenerte a mi lado jamás.

El azar jamás estará dominado
Aunque no imagino a Dios tirando un dado
No necesitamos que esté a nuestro lado
Sólo cuatro ocasiones aprovechar.

El juego culmina conforme a la vida
No sólo porque finaliza enseguida:
Ganar es el cielo, la meta querida
Y el cielo en mi vida es con vos siempre estar.


(A los 19 me puse pretencioso: los paralelismos entre el amor y un juego, y un guiño al Cortázar que nunca leí. Es espantosa la rima "tenerte-quererte-perderte", pero me gusta "mirar tu sonrisa a mi lado, temprano, es la forma divina de resucitar". ¡Autoelogio!, gritaríamos con un amigo. Y sí...)

Chico listo

Chico listo se frenó
Y miró tras de su cara
Otra vez volvió a sentir
La maldita sensación
De los muebles añejados
Transportados al futuro
Un futuro que perdura
Un presente nada más.

Chico listo y obediente
Ayudó a cargar su vida
En algún camión sin nombre
De algún lejano lugar
Se despidió de personas
Que no llegó a conocer
En su mochila, tres libros
Que siempre vuelve a leer.

Chico listo al otro lado
De una extraña ciudad
Un juego de llaves nuevo
Ningún perfume especial
Las miradas dando vueltas
Amor que no va a llegar
El cuello siempre arreglado
El alma sin arreglar.

Chico listo ya no es chico
Y está listo para andar
Chico listo tuvo casa
Pero nunca tuvo hogar
Abrió el nuevo picaporte
Y anunció a los del lugar:
"Lo siento, pero soy yo
esta vez el que se va...".


(Me parece casi imposible escribir sin ser autorreferencial. Casi. Acá no estoy. Tampoco estoy seguro de que estén ellas. Quizá existe, por primera vez, una búsqueda literaria independiente de mi garganta. No me gustó como quedó, pero que es curiosa, es curiosa.)