"... Es posible que nuestra relación renazca cada día por la intención de valorar cada gesto y por el valor de gestar cada intento. Por la paciencia para esperar cada momento, y por los momentos que es menester esperar. Por las lágrimas que, derramadas en soledad, cicatrizan en conjunto; y por las soledades que permiten reconocer la ausencia. Por un beso y por dos. Porque así lo deseamos. Por la voluntad de confiar; y la confianza sin otro sustento que la confianza. Por interpretar el dolor ajeno y hacerlo propio; y por apropiarnos del dolor y hacerlo ajeno. Por compartir la risa. Por ir y venir de la mano. Por vivir. Por no ser títeres de una realeza que nos humilla; y por humillar a quien se burla del amor. Por regalarnos sólo aquello que no sobra, y por sentir que al regalarlo ya no falta. Por pensar en dibujarte cada mes la pintura de la vida cotidiana; y por pintarme cotidianamente la vida, sin pensarlo. Por levantar la cabeza cuando llueve (si igual nos vamos a mojar...). Por no vivir aferrados al temor, y por saber que nada es para siempre, pero siempre sobrevive lo que fue. Porque ayer me perdí y encontré el camino al recordar haberte visto por allí. Porque hoy es hoy y el resto poco importa. Porque buscamos respuesta a cosas que nunca estuvieron en duda; y porque nunca dudamos de cada respuesta. Así somos, y así vamos...".
lunes, 2 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario