jueves, 6 de agosto de 2009

Lo que queda de vos

Soy el trompo de un Topolín
desde que me echaste de tu vereda
te vas, la noche se queda
y tu final nunca tiene fin.

Los ojos de mi perro me hacen llorar
nostálgico, estúpido y fuera de foco
de lo mucho que tenía, otra vez me queda poco
no hay razón para no verte y gritar...

No curaría mis heridas ni muerto
son todo lo que queda de vos
y recordarte mirando el Mago de Oz
y esperarte sin saber que estoy despierto.


El destino hoy ni siquiera vino
las horas no saben por dónde correr
mi único día es siempre el de ayer
cuando te enamorabas leyendo a Quino.

Tu música es todo lo que amo del arte
tal vez caminando esta ruta desierta
siguiendo tus pasos, arrime a tu puerta
y puedas oírme, y pueda contarte...

No curaría mis heridas ni muerto
son todo lo que queda de vos
y recordarte mirando el Mago de Oz
y esperarte sin saber que estoy despierto.


(Nunca se extraña concientemente. Extrañar es inapelable, filoso, fatal.)

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