miércoles, 12 de agosto de 2009

Tu chiste de la medialuna

Olvidé decirte que todavía canto tu canción
bailo rengo la alegría de haberte visto
enorme, llorando, diáfana, audaz
canto afónico la odisea de tenerte asomada a mis recuerdos.

Eterno semáforo amarillo sos
te arrancaste de mí, pero te acaricio
el perfume del pasto mojado sos
y no puedo dejar de sonreírte.

La tristeza no es retroactiva, pasado mío
tengo seis años en los bolsillos del alma
otra vez festejé tu chiste de la medialuna
otra vez pienso en vos de madrugada.

Me saco el sombrero ante la nostalgia
que me visita con la forma de tus piernas
con tus suspiros como melodía
silbando tu forma de mirarme.

Si me ves mirando al Cielo
vas a pensarlo otra vez
y al fin sabrás la respuesta
a qué pienso cuando me pierdo.

Tengo tus dedos, tu viento
juro que tu cintura duerme en mi cama
tengo la sombra de tu sombra
tocándome los hombros por última vez.


(Fue lo que tuvo que ser y un poco más. Sufrí lo que tenía que sufrir y un poco más. La recuerdo todo lo que la tengo que recordar y un poco más. No tanto a ella, sino a nuestra felicidad. No tanto a esos seis años, sino a su chiste de la medialuna.)

2 comentarios:

Las Cronicas de Nanda dijo...

Martín, tampoco yo quise devolver tu comentario por cortesía. Y entré a leerte, sabiendo que iba a valer la pena. No me equivoqué.
No sos la peor parte de Arjona; tengo la certeza de que tu musa inspiradora te ha convertido en un gran poeta. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Alguna vez te dijeron que ELLA no te merecia y tan solo te reiste??? Entonces realmente no te merecia...