La sensación de estar esperando algo. La cuenta en un bar, tu nota en un examen, tu turno en el dentista, el fin de semana un martes, las 12 en Nochebuena, un llamado en tu cumpleaños, el final de una mala película, que se enfríe el té. Esperar que llegue tu cita, que te toque tirar los dados, un cambio en el segundo tiempo, que afloje un calambre. Esperar la hora del almuerzo, que te quiten los aparatos, que revelen las fotos, que se pelee con el novio, que llegue el jueves, que se callen. Esperar que vuelva la luz, otra ronda de mate, la pizza, que la moneda no sea falsa o al 562, el colectivo verde que asoma a lo lejos.
Todos estamos esperando algo, todo el tiempo. Nuestra vida es una gran víspera, y no digo que esté mal. Lo curioso es tener esa sensación sin saber qué se espera. La sensación de esperar algo, lo que sea, un chiflido, veinte letras, un milagro.
Maldita espera, es el mejor tiempo perdido...
(Publicado originalmente en www.fotolog.com/del0al37 durante junio de 2008, a la espera de quién sabe qué...)
sábado, 12 de septiembre de 2009
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1 comentario:
Algunas esperas desesperan, otras nos llenan de gozo. Mi mejor espera fueron los nueve meses con Larita dentro mio. Esperé la vida. Milagrosa y diminuta. La esperé ansiosa y asustada y feliz y emocionada. Esas esperas, querido Martín, sí que valen la pena.
Un abrazo
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